La Árnica se ha popularizado entre muchas culturas como una crema para tratar golpes, dolores, hematomas e hinchazones gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas junto a su habilidad para estimular la circulación sanguínea. Adicionalmente se puede utilizar para tratar padecimientos en la dermis (piel) y evitar infecciones.
Específicamente, el árnica se puede usar para prevenir la aparición de morados o hematomas, luego de golpes o contusiones. De igual manera, para ampollas, raspones o parecidos, el árnica en crema sirve como un agente antibacterial evitando infecciones.